Descripción general
Los ligamentos son bandas de tejido, fibrosas y elásticas, que conectan y estabilizan los huesos. Un esguince de tobillo es una lesión común y dolorosa que se produce cuando uno o más de los ligamentos del tobillo se estiran más allá de su rango normal de movimiento. Los esguinces pueden ocurrir como resultado de una torcedura, o movimientos de giro o de rotación repentinos.
Esguinces laterales (inversión)
Los esguinces de tobillo se clasifican por el tipo de movimiento que causa la lesión. El tipo más común de esguince es llamado de inversión lateral, que ocurre cuando el pie rota hacia adentro. Esto provoca una lesión en los ligamentos de la parte externa del tobillo, especialmente, el ligamento talofibular anterior.
Esguinces mediales (eversión)
Un segundo tipo de esguince llamado de eversión medial, se produce cuando el pie rota hacia afuera. Este tipo de esguince causa lesión a los ligamentos en la parte interna del tobillo.
Esguince de la sindesmosis (esguince alto de tobillo)
El tipo menos común de esguince se llama esguince de la sindesmosis (o esguince alto de tobillo). Este tipo de esguince se produce cuando el pie rota hacia afuera y la pierna gira hacia adentro.
Síntomas
Los síntomas de un esguince de tobillo varían según el grado de daño a los ligamentos. Los esguinces se clasifican en tres grados. Un esguince de primer grado es un leve estiramiento de uno o más ligamentos. Resulta en un dolor leve. Un esguince de segundo grado es un desgarro parcial que resulta en dolor e hinchazón moderados. Es posible que el tobillo tenga cierta inestabilidad. Un esguince de tercer grado, el más severo, es un desgarro completo del ligamento. Resulta en dolor severo, hinchazón e inestabilidad del tobillo.
Tratamiento
El tratamiento para un esguince de tobillo depende de la gravedad de la lesión. El tratamiento por lo general comienza con reposo, hielo, compresión y elevación. Un esguince de primer grado requiere por lo general un vendaje. Un esguince de segundo grado puede requerir una tobillera. Un esguince de tercer grado puede requerir un yeso o una bota ortopédica. A medida que el tobillo va sanando, todos los pacientes se benefician, por lo general, de los ejercicios de rehabilitación. Generalmente no es necesaria la cirugía.